
Esa situación me dejó pensativa, quería entender el porqué de aquello. Así que me dispuse a buscar páginas “escritas” por algún autor que pudiera responder a mis interrogantes. Busqué y rebusqué hasta encontrar el libro “El profesor emocionalmente competente” de Joan Vaello Orts. En él hace referencia a la importancia de administrar el tiempo…
“Uno de los motivos que suele generar estrés es la acumulación de tareas en períodos cortos de tiempo (…) Kyriacou describe tres peligros:
1. Ir haciendo las cosas según van surgiendo o según la propia conveniencia.
2. Dedicar más tiempo a lo que nos hace disfrutar, descuidando tareas más áridas pero necesarias.
3. Dejar las cosas desagradables o complicadas para más tarde”
Al mismo tiempo ofrece algunas sugerencias…
“Ser consciente del tiempo de qué se dispone, priorizar labores fundamentales y urgentes, planificar el tiempo, repartir las tareas en fracciones temporales, despachar con prontitud las tareas pequeñas, no aplazar las tareas, ser realista y saber qué tareas se deben realizar con mayor perfección y cuales hay que solventar buscando la mayor rapidez, saber decir no a actuaciones que no se pueden emprender y saber delegar para ganar tiempo para otros quehaceres”
Terminé de leer. Levanté la cabeza. Ya sabía algo más. Podía intuir que le había pasado a ese niño. A partir de este momento supe que ya tenía las ideas suficientemente clara para poder proporcionar, en otra ocasión, las herramientas necesarias para poder disminuir las posibilidades de llegar a ese estado de estrés.
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